19/6/15

Mi chica

Mi chica. Mi chica es ella. Esa que esta ahi esperando el colectivo, esa que tiene un gorrito que apenas deja ver su rostro, su bonito rostro. Esa. Ella es mi chica.
La vida me la cruzó una vez y le estoy agradecido, agradecido infinitamente, la vida hizo que apareciera. No voy a andar con cursilerias ni esas cosas, pero dejenme decirles que disfruto su compañia cada vez que la tengo conmigo, y se ha transformado en una de esas cosas que me hacen sonreir cada mañana, cada tarde y cada noche, algo simplemente imprescindible en mis dias.
La elegí un dia y no la pienso dejar ir, ella es mi complemento, ella es mi chica. Ella es quien yo mas quiero. Seguramente esperas leer mi fundamento acerca de la elección, y voy a complacerte.
Para empezar diré que es simpàtica, no hay un dia que no me choque con su sonrisa, no hay tarde en la que no la encuentre feliz, no hay dias nublados en su mundo, en nuestro mundo, porque hemos generado una especie de simbiosis, hemos fomentado una quimica que nos alza a un universo paralelo, un universo donde el lenguaje interrogativo se siembra con miradas y las risas son signos de exclamacion. Un lenguaje que no tiene diccionario, y que ella me enseñó. Dejenme decirles que esto no termina alli, ella ha hecho de mi vida una vida distinta: una vida que me gusta llevar, un dia a dia que me llena el alma y me reconforta con besos y abrazos. Porque ese tambien es nuestro lenguaje, el de los abrazos, pequeños apretones que transmiten seguridad, simples actos que en los que me lanza su amor al pecho, lo deposita alli y se marcha dejàndome su aroma. Y sus besos, infaltables cada vez, infalibes como flechas en mi rostro, regalàndome su amor sin fecha de vencimiento.
Ella es mi chica, ella. No es rubia y despampanante, no es morocha tampoco, no se destaca entre el resto, ni menos lo intenta, ella no necesitó de eso para conquistarme. Simplemente fue sincera, fue amena, fue ella. Quizà su sencillez, quizà su calidez fue lo que llegó a atraparme, quiza simplemente llegó.
El tiempo pasa y, ella sigue ahi, aqui conmigo. El tiempo me ha enseñado a quererla, a serle fiel, a retribuirle todo eso que me da, a darle esa confianza que solo le lego a pocos. Ella sigue ahi, quieriéndome, cuidàndome.
A cada dia que pasa le sumo un gramito mas de deseo que esta paz no acabe, que estos dias sean eternos. Y es que he aprendido a extrañarla, a necesitarla, a gritarle que la quiero, a abrirle mi corazon por entero.
Ella es mi chica, la que tiene mi confianza, mi apoyo, la certeza de contar con mi sumisión, a la que le garantizo darle todo, incluso, hasta eso que aun no tengo. Ella tiene mi amor, mi amor incondicional, pero tambien tengo la garantia de tener el suyo, de tener su apoyo en cada paso que doy, de tener tambien su confianza, su tiempo, sus momentos.
Ahi està, ahi està mi chica, abrigada en esta noche de invierno, ahi estoy yo a su lado, abranzàndola, soñando, que ese abrazo nunca se termine, suplicando que jamas llegue el colectivo que la llevarà a su casa.
Cuando termines de leer esto, sabras que hablo de vos, y de nadie mas que vos, de MI chica, seguro habras comprendido con esto la magia de nuestro lenguaje, ya que ni siquiera mencioné tu nombre.
Gracias por llegar hasta donde llegaste, por ser lo que sos. Gracias por elegirme, por cuidarme, por compartir esto hermoso que tenemos, POR QUERERME. Te quiero un montonton, y creeme, ya sos parte de mi.